Far too good looking to do the cooking...

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Monday, November 19, 2007

"No pretendas que te hable de amor , Manuel."


Recién recibí una invitación de Estelares para añadirme a su myspace y como decir... me corrió un escalofrió pequeñito por la espalda.
Yo escuchaba Estelares antes y de hecho los fui a ver un par de veces en vivo cuando tocaron en capital.
Pero, lamentablemente, a partir de Ardimos , cuando ya tenían dos discos en su haber, los empezó a producir Juanchi Baleirón (el de.Los Pericos). Hasta ahí todo bien, a pesar de algunos transpies, seguían teniendo canciones lindas pero con el lanzamiento del último disco “Sistema nervioso central” directamente se fue todo a cualquier lado.
El problema no sé si es que el flamante productor achata las canciones o directamente elige las más mediocres para que peguen en la FM HIT, lo que sí es seguro es que así echa a perder todo lo particular que tenía la banda.
Finalmente, entré al myspace porque, para qué negarlo, tenia curiosidad. Afortunadamente, me reencontré con un tema de que me gustaba mucho en su momento, se llamaba “Mariposas” y hablaba del transcurso de un viaje a la costa en auto de una pareja medio resquebrajada, recordé mis momentos favoritos "no hablaré de cuando se cayó el cielo mientras vos estas juntando tus retratos", “son las 6 y Lennon suena en la radio hace que los dos nos quedemos callados", ect.
La verdad es una lastima, ya que, las historias de las canciones de Manuel Moretti, aún en las sencillez de las letras, rondaban en la cotidianeidad con un belleza que para mi era imperdonable: “Entras tirando mil cosas y vas directo al balcón, cambias mi hoja de ruta, rompes mi celebración, subimos a la terraza se ve perfecto el jardín, tomas tu menta con hielo fumas tus virginia Slims” (shhh no le digan a nadie porque fumo VS XD)
Pero Jaunchi se encargo de borrarlo todo; esa vena medio entre tanguera y canción francesa de las letras de Manuel y las melodías de un estilo mayormente de rock británico clásico pero con algunos toques más melódicos. ¿Qué quedó de todo eso? Un video berreta y una canción aún peor con uno de los decadentes.

Sunday, November 18, 2007

¿Quién sabrá el valor de tus deseos?


Gustavo Cerati era mi amor platónico por excelencia tenía la belleza (bueno che! No se rían! Es subjetivo!), el talento, la figura romántica y sensual del rockero y a la vez las contradicciones del fashion vitim, el modelo publicitario y el padre de familia.
Es triste sentir que todo eso cambió en mi. Que al verlo en la tele sólo siento que en mi corazón hay una herida que aún no es cicatriz y duele. No es la primera vez que un artista me lastima así y para alguien cuya vida pasa en un porcentaje demasiado alto por la música se siente horrible.
El 21 de Octubre fui al estadio de River casi a regañadientes, la verdad es que nunca quise que se volvieran a juntar y menos que disimularan tan poco el motivo por el cual lo hacían. Sin embargo, me mentalizé para disfrutar cada una de las canciones a pesar de las frases demagógicas insostenibles que generaban interferencias momentáneas en mi circuito. La verdad es que, por más que mi cabeza supiera que estaba viendo la estafa más astuta mi corazón no podía discernir ante la belleza de En Remolinos, No Existes, Final Caja Negra, Fue. Entre el amor por el artista, el amor por el arte y el odio por la objetivización exacerbada de ambas cosas se libro una batalla en la que esa noche terminaron los dos primeros como ganadores.
Pero hoy otra vez siento el devenir de la cuestión dolorosa sobre mí.
Creo que mi sensación agridulce se debe en parte a una distancia generacional. Yo no “viví” a la banda y su regreso ciertamente no me generaba nostalgia. No me interesaba verlos juntos sino escuchar en vivo todas esas canciones, esa melodías intactas, que inundan mi vida hace tantos años. Por lo tanto hubiera sido lo mismo para mi escucharlas en recital de Cerati. Me hubieran emocionado de la misma manera porque, en este caso, es el arte lo que me emociona y no la exposición oportunista del artista

Monday, October 08, 2007

Dicen: "entrá que esta climatizado".
"Toma el camino más largo por ahí me
encontrarás..."
A veces me sorprende como el termino trasgresión convirtió en una palabra tan común que se al utiliza para denominar cualquier acto que carezca de un mínimo de pudor. Quizás sea la palabra que le falto a mi diccionario durante la adolescencia y, por lo cual, dedico minutos tan preciados de mi escaso tiempo libre para defenderla. Confieso que a veces en el afán de dicha defensa termino haciendo una suerte de apología delictiva que no puedo sostener sin caer en el absurdo. Creo que defender lo indefendible se convirtió en mi actividad favorita y me ha merecido un lugar de fama entre mis amigos pero no es un tema que me interese abordar en este momento.
Este mediodía me vi envuelta en al melodía de una canción cuya letra me lleva a ese mundo paralelo que tanto adoro cada vez que la escucho. Probablemente se trate de un espacio demasiado acotado como para llamarse mundo pero, sin ninguna duda, puedo hacer referencia (así como me gusta defender lo indefendible puedo ser una ferviente postuladora de lo impostulable a veces) a una esfera por lo menos dentro de mi pensamiento. Llamemosla: la esfera babasónica de las cosas.
Es esta la esfera que me lleva al “otro lado de la realidad” emparentado con esa acción comúnmente denominada como trasgresión. Por un lado, me invita a la mediocridad y encima de todo me dice que es gratis. Pero también me incita a atreverme a lo excitante de lo equivocado, de lo poco claro. Son algunas de las cosas que se manifiestan cuando escucho a la banda las que hacen revalorar mi amor por la misma, perdido ya en al extensión de tantos predios techados o a cielo abierto en los cuales los vi brillar con esplendor o con luz intermitente casi la misma cantidad de veces.
Las canciones de Babasónicos evocan imágenes tan preciosas en su psicodélica y poco tangibles en la realidad que pierdo al noción de lo que realmente puede llegar a significar. Una invitación a consumir el agua que no es de manantial para poder imaginar ese oriente en el cual yo sería la princesa. Un recorrido de unos minutos por el borde de cierto limite en el que no todos se animan a besar el humo y hacerlo propio. Eso es apológico para cualquiera que lo escuche y también lo es para mi. La diferencia es que yo no creo que la apología sea siempre nociva.
En esa característica casi unica reside, para mi, el principal contraste entre Babasónicos y el promedio de las bandas masivas del rock nacional. No se quedan en la referencia, ni intentan vender una ideología masticada y lista para deglutir. Lo que hacen es mucho mas sutil e imperceptible para todo aquel que no se tome el trabajo de buscar las invitaciones profundas disfrazadas de sensaciones simples.
Entonces, ocurre un día, hay una diferencia y la notas. No importa cuanto tardaste, llegaste y pudiste ver desde afuera la constante búsqueda de la apariencia de lo racional y decidiste no querer formar parte de eso. Comenzaste a defender a los buscan el verdadero color del arco iris detrás de las nubes. Quizás fue un día Enero, antes de nuevo milenio, cuando caminabas por la orilla de una playa marplatense escuchando Miami y de tu walkman surgió la pregunta: ¿qué es lo normal cerca de estar en el fin de la historia?.



Video amateur que me cayó muy bien :)




La primera vez que vie ste video yo tenía unos 10 años y estaba almorzando con mis padres que se rieron bastante al verlo. Yo quede severamente traumada de por vida XD aunque recien se manisfestó años más tarde...

Tuesday, May 08, 2007

Play me a song to set me free



Siempre tuve una relación fuertemente obsesiva con la música. Quizás sea otra de las “virtudes” que herede de mi padre. No se puede no tener este tipo de actitud hacia una rama artística cuando desde que tengo uso de la razón en mi casa sonó un tema de los Beatles. De hecho, mi hogar de la infancia fue el único que conocí que tuviera posters de los Beatles en las paredes del living.
Una vez, en mi adolescencia, una amiga hizo una comparación entre los chicos y los cassettes, que paradójicamente me quedo grabada (cabe aclarar que mi adolescencia trascurrió en una época mitad analógica, mitad digital). La recuerdo perfectamente, sentada al borde de la cama, diciendo: “primero lo escuchas con poca atención, hay un sonido general que te agrada pero no podes sacar nada en claro. Hasta que te empieza a gustar mucho una canción y la que sigue y la anterior y, finalmente, todo el Cassette”.
Los pasos siguientes, según mis procedimientos, es querer saber más y más sobre el artista, indagar en entrevistas sobre su personalidad, investigar que otros discos tiene y obviamente esucharlos.
No tengo la fortuna de saber si estos síntomas se parecen al amor pero si bastante al enamoramiento ¿no?.
En coincidencia con esta acepción, sucede que cuando uno se “enamora” de un disco quizás nunca se canse de escucharlo o cuando lo hace descubra un nuevo tema. O quizás, ya no lo escucha, porque sus gustos evolucionaron, pero lo sigue apreciando por lo que significo en un momento. A menudo, pasa que existen artistas tan especiales que ni siquiera se necesita escucharlos todos los días para saber cuanto nos gustan, están ahí y eso alcanza para cuando queramos volver a ellos.
El punto que hoy me impulsa a escribir esto, cuando claramente debería estar leyendo para la facultad, es que siguiendo con mi tradición, ahora estoy especialmente obsesionada con un disco de Belle and Sebastián. Mi nuevo y flamante amor se llama “If you are feeling sinister”.
Todo comenzó en el otoño, cuando a mi padre le cambiaron el horario de trabajo y tuve que empezar a sacar a pasear a mi mascota por las mañanas. Como vivimos en un departamento, siento cierta piedad por el pobre y ya viejito animal (te amo Mara, te amo) y, la mayoría de las veces, me quedo más de media hora recorriendo los arbustitos del descanso de la Avenida con ella. Para no caer dormida sobre el pasto o que el viento incidentalmente me predisponga a terminar abrazada a algún árbol empecé a llevar el Mp3 a mis paseos matutinos.
Trate de elegir una música que no sea muy estridente y que atenuara mi mal humor típico de las primeras horas del día. Una melodía simple pero agradable y que no fuera invasiva. Me encapriche en encontrar algun tipo de musicalizacion otoñal como si de una pelicula se tratara. Alguien que cantara como si estuviera mirando la luz matinal del sol filtrarse por una ventana con una taza de café humeante en la mano.
Fue ahí cuando me tope con “If you’re feeling sinister” y todo sucedió tal cual lo dijo mi amiga. Primero, era solo un fondo al cual le era casi indiferente, algo que tapaba un poco el ruido de los autos. Luego, empecé a identificar la primera canción y a notar como cambiaba mi animo, para mejor, apenas empezaba. Hasta que fui encontrando algo de cada tema que me provoco una hipnosis con casi todo el disco.
Yo ya había escuchado a la banda antes pero siempre me habían gustado temas sueltos y nunca les di el tiempo que se merecían para escuchar un disco entero.
Cualquiera podría decir que es realmente una lastima que no haberlo conocido antes. Pero estoy tan feliz viviendo mi enamoramiento que no haré caso a lo que digan y no me importa el tiempo perdido. Incluso me dieron ganas de comprármelo original. En estos términos, llegar a esa instancia, seria como una formalización de la relación ¿no?.

Thursday, February 15, 2007

Carta a Clarin.
"To reveal art and conceal the artist is art's aim"*
Oscar Wilde





Escribo esta breve carta para expresar mi indignación por la nota sobre Pete Doherty publicada en la fecha de hoy (15/2/07), en la sección de espectáculos. Quisiera usar el lenguaje mas coloquial posible con todo el respeto que la persona que lo haya escrito merece. Lo cual va a ser bastante difícil teniendo en cuenta mi considerable pasión por todo lo referente al periodismo musical y cultural.
Para una estudiante de ciencias de la comunicación, como yo, que pasa su tiempo entre apuntes, cds de rock y revistas de crítica musical, aspirando escribir en alguna ellas en el futuro , esa nota es una falta de respeto al género. Recalco esto porque me parece que, si bien mi acercamiento hacia la música y la figura de Doherty es inocultable, no es que se hable mal de él lo que me molesta, ya que las opiniones (se sabe) son todas personales y subjetivas, sino la falta de seriedad que demuestran algunos medios a la hora de hacerlo.
Si hay algo que, en los pocos años de facultad que llevo, me han enseñado, es que para hacer un articulo periodístico con propiedad hay que estar bien informado, y no se trata de “googlear” un nombre, sino de ir a las fuentes para involucrarse en el tema. En el caso del periodismo cultural o de espectáculos se trata de escuchar, leer, etc, lo que viene directo del artista para hacer un análisis más preciso, y no basarse completamente en artículos de otros diarios porque, aunque puede servir para tener un panorama más general y agregarle ciertos tintes a la nota, se termina careciendo de profundidad y complaciendo todo aquello que “la gente” (articulo tan usado por el diario) quiere oír sobre Pete Doherty.
Pero entiendo que indagar en la profundidad de la obra de un artista, para revelar detalles más cercanos al alma de quien en definitiva no es más que un ser humano, es un trabajo que sólo los profesionales que tienen pasión por lo que hacen están dispuestos a llevar a cabo.
Una nota de color sobre los excesos y su relación con Kate Moss, pintando la caricatura de un semihombre, un impresentable, carente de talento (al estilo de “¿Qué hace esa chica con ese tipo?”) sobre la base de la superficialidad del anecdotario amarillista de la prensa británica... ¿Es un trabajo periodístico serio? ¿O es sólo una nota más de moralismo hipócrita para alimentar el morbo del lector medio?


Verónica Laura Rieiro
Avellaneda

15/2/07

*"Revelar el arte y ocultar al artista es la finalidad del arte"